La historia no estudia el pasado, lo construye. Toda historia nacional es una mitología, y las mitologías sirven para estructurar la mente de un pueblo. La historia ha sido un arma, una herramienta política, un discurso psicológico, y eso es así porque siempre se ha escrito desde el poder para legitimarlo.
Hoy se habla de transformaciones en la historia de México:
independencia, reforma y revolución. Todas implicaron guerra, polarización y odio; cada una de ellas generó división y sembró las semillas de los conflictos posteriores. Para transformar a México, hay que tener un cambio colectivo de mentalidad, y con el bien común como premisa indispensable para encontrar la paz.
El mito de las tres transformaciones es un paseo a lo largo de lahistoria y la psicología de nosotros mismos para lograr una verdadera transformación y construir el mejor México posible.