De la Tierra a la Luna es una de las novelas de anticipación más interesantes que se han escrito. En ella, Julio Verne se «anticipa» realmente a los viajes espaciales, concretamente al del Apolo XI que tendría lugar más de un siglo después. Un grupo de artilleros norteamericanos, que se habían quedado sin trabajo al acabarse la guerra de Secesión, deciden construir un gran cañón y enviar un cohete a la Luna. La anticipación esta ahí, en las similitudes de tal cohete con el que se dispara siglo y pico más tarde: tamaño, velocidad, sistemas de producción de oxígeno, de conservación de los alimentos… incluso su nombre, Columbiad, se parece como un hermano gemelo al del módulo del Apolo XI, el Columbia. Una novela, pues, asombrosa por la veracidad de todo lo que cuenta, además de extraordinariamente amena, hasta el punto que el lector, una vez que la empezado, no puede dejarla de la mano hasta ver en qué para toda acción.