La mayoría de la gente tiene una idea errónea de cómo llegar a ser rico: los auténticos millonarios regatean el precio de los coches de segunda mano, pagan impuestos bajos, crían unos hijos que con frecuencia ignoran que pertenecen a una familia adinerada, y, sobre todo, rechazan llevar el estilo de vida de gran consumo que la mayoría asociamos a la gente rica.